Papá, cuéntame otra vez
Hace poco me ponía a pensar en qué momento nuestros padres pasan de ser nuestros principales referentes en la vida a
convertirse en personas que nos cansan con sus historias repetidas una y otra
vez, sin nada que enseñarnos a nosotros, que somos tan listos y lo sabemos
todo. Ismael Serrano escribió Papá, cuéntame
otra vez para contar con cierta ironía que su padre Rodolfo siempre les
contaba las mismas historias, a él y a su hermano Daniel: El Ché, Mayo del 68,
la lucha por la libertad en España… y la canción se ha acabado convirtiendo en
una reivindicación de la memoria y de la necesidad de no perderla para no
repetir los mismos errores. Pero en cierto modo también es una forma (aunque no
pretendida inicialmente) de honrar a los valores y principios que nuestros
padres nos transmiten con orgullo y responsabilidad. Y es también orgullo y responsabilidad
como hijos lo que les debemos para escucharles las veces que ellos necesiten,
aunque la historia ya la conozcamos. Escuchemos a papá siempre como si fuera la
primera vez. Papá cuéntamelo otra vez.
Tres libros, tres historias, para ser leídas y después
contadas, muchas veces. Tres grandes libros para el verano que ya tenemos
encima.
Maldito United,
David Peace
Estamos en el año 1974, y esto es Inglaterra. Brian Clough,
entrenador de fútbol, es contratado por el Leeds United, actual campeón de la
Premier League. Es el niño prodigio del fútbol británico, que tomó las riendas
de Derby County en 1968 en segunda división en ruina económica y deportiva y en
solo tres años lo ascendió a la Premier y le hizo campeón de liga.
El reto de asumir el liderazgo del Leeds es múltiple:
repetir los éxitos de la temporada anterior y borrar la sombra de su
predecesor, el entrenador Don Revie, que decidió dejar el puesto para hacerse
cargo de la selección Inglesa, pero también transmitir que no vale ganar a
cualquier precio. Que el cómo es tan importante como el qué.
Maldito United nos sumerge en dos historias:
por un lado, como si de un diario se tratara, asistimos a la crónica de los 44
días que dura la aventura de Clough en el Leeds (sí, 44, exactamente 6 semanas).
Y en paralelo, entrelazada con la anterior, los años previos de Clough, desde
la lesión que acaba con su carrera futbolística a su llegada al Leeds, pasando
por su etapa gloriosa de ascenso y éxitos en el Derby County.
Esta forma de entremezclar tiempos narrativos (cuarenta y
cuatro días y cinco años contados de forma simultánea) es magistral, y supone
un ejercicio prodigioso en el que quedan evidenciados contrastes y similitudes.
El inmediato es el de lo relativo al tiempo: unos días nos pueden parecer
eternos y un año de nuestras vidas puede pasar en un suspiro. El otro es la
fina línea entre la victoria y la derrota, entre el éxito y el fracaso. Y lo
importante que suponen los pequeños detalles que permiten (o impiden) alcanzar
los resultados pretendidos.
¿Es un libro sobre fútbol? Aunque la respuesta es evidente,
permitidme que lo recomiende aún no siendo aficionado a este deporte, pero he
leído con pasión esta historia porque representa como pocas veces al deporte
como metáfora perfecta de la vida.
Es una historia no al uso sobre liderazgo, en el que
conocemos las más íntimas motivaciones de un líder (indudablemente lo fue) con
valores que en estos tiempos, y sin el contexto adecuado, pueden parecernos
absolutamente incompatibles con los valores actuales de liderazgo. Sus métodos,
agresivos, represivos, poco ejemplares, marcados por prejuicios y eminentemente
intervencionistas se combinan con una creencia profunda basada en que la
victoria sin nobleza no es una victoria, y con la convicción de que los equipos
se construyen desde el compromiso individual y consciente de que la suma de
partes siempre multiplica.
Tú también
vencerás, José González
Una historia impresionante sobre la memoria, sobre el testimonio que pasa de un abuelo a un nieto, y este, escritor, decide contarlo en un libro. Decide contarlo además en menos de cien páginas, que han caído como una losa sobre este lector, que se ve superado y sumergido en una parte de nuestra historia que parece mil veces contada pero que cada vez que la escucha (o la lee) es como si fuera la primera, por sobrecogedora, por terrible y porque cualquier intento por negarla o minimizarla debe ser combatido con toda nuestra energía. La Guerra Civil española ha generado mucha literatura, y es ahora cuando parece más necesaria que nunca. Algo debemos haber hecho mal cuando hay todavía tanto por contar. José González no elude contradicciones, ni la asunción de la vergüenza propia, porque una cosa no quita la otra, más bien al revés, una cosa necesita de la otra. Este libro es pura poesía nacida desde lo más profundo de la prosa, y es que José González no entiende de géneros puros y eso que ganamos los lectores que leemos su obra, descubriendo nuevos caminos literarios con nuevas fronteras y perspectivas, ya lo vimos en Ella siempre está, su obra anterior, que tan buen sabor de boca nos dejó.
Imposible obviar a la editorial, Las afueras, Un ejemplo a
seguir. Llevaba mucho tiempo sin encontrar un ejemplo de coherencia editorial
tan descarada. Ya conocéis nuestra opinión de Como si existiese el perdón, y estoy leyendo ahora Tengo miedo torero, una obra maestra a
la que le voy a dedicar el espacio merecido en el blog. Un ejemplo de como se
puede hacer literatura sin necesidad de escribir.
Ventiladores
Clyde, Seth
Leer a Seth era una de mis asignaturas pendientes, y la he cumplido con Ventiladores Clyde, la que parece llamada a consagrarse como su obra maestra. La historia a lo largo de los años de la empresa familiar que da nombre a la novela gráfica, es la historia de la relación de dos hermanos, de los problemas de comunicación, de la tristeza, de las dificultades de ciertas vidas para encontrar la felicidad, de la familia, de nuestras obligaciones morales.
Y en paralelo, el negocio,
Ventiladores Clyde, la representación simbólica de una forma de vida (puede ser
un negocio, unos ideales, un determinado concepto de moral) que no ha sabido
adaptarse a los nuevos tiempos, sean cuales sean estos. Llegó la tecnología (y
los bazares made in China, made in Marruecos, y el gigante internet) y muchos
se quedaron atrás (tiendas de electrodomésticos, ferreterías, bazares...).
Solo hay que mirar a nuestro alrededor para encontrar
decenas de “ventiladores Clyde” que ha sucumbido a tiempos que les eran
propios. Y con ellos, las vidas que no vemos pero que imaginamos, más aún tras
la lectura de esta maravilla.
Feliz semana y que os cuenten buenas historias, aunque sean repetidas.
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