Me llevo preguntando desde hace días por qué echo tanto de
menos las ferias del libro, las que, por esta época del año, nos alegraban este
periodo perfecto que sucede justo entre el final de la primavera y el principio
del verano (¿son estas las semanas más bonitas del año?) Eran una, dos, tres
semanas con novedades editoriales, con el Retiro lleno de gente, todos con algo
en común: el de los que situamos a los libros en el centro de nuestras vidas, junto
a todas las cosas importantes. Las más importantes.
Los libros siguen existiendo sin ferias, pero las ferias son
la fiesta, y sin ellas pasa como con una botella de vino, que sí, te la puedes beber
solo en tu casa, pero qué bien sienta bebida y compartida con amigos. Es la
fiesta lo que nos une, y es por eso por lo que es tan bonito – y tan plancentero
– compartir los libros que te hacen levitar, sentir cuánto nos queda por vivir
y cuán importante es valorar lo ya vivido.
Aquí es dejo tres – aunque
podrían ser tres mil – de esos libros sin
principio ni final, tres maravillas que te harán descubrir que leer es el mejor
condimento con el que aderezar una tarde lluviosa de domingo.
Acción de
gracias, Richard Ford
Es el libro que completa la trilogía de Richard Ford sobre Frank Bascombe (junto con El periodista deportivo y El día de la independencia), sin duda, la obra maestra del autor y probablemente una de las obras candidatas al título - imaginemos que tal reconocimiento existiera alguna vez - de gran novela americana.
Más allá de mi recomendación como gran obra de la literatura
(¡Hay que leer a Richard Ford al menos una vez en la vida!) y de su
deconstrucción del sueño americano, del proyecto vital consistente en saber
definir qué es la felicidad antes de ponerse a buscarla y del relato de un país
a lo largo de tres décadas, me he preguntado qué me impulsa a recomendar una
obra literaria total más allá de lo obvio.
La respuesta es que leyendo a Frank Bascombe uno consigue
entender una cultura en la que reinvertarse varias veces en la vida no solo es
posible sino que es condición imprescindible para sobrevivir. Bascombe
transforma su vida personal, geográfica y profesional en tres, cuatro, cinco
ocasiones. Y en todas sus decisiones siempre hay dos constantes: Nunca es tarde
para cambiar, y el cambio no es entendido como la consecuencia de un fracaso.
Y esto, con todos sus matices y el reconocimiento de todos
los matices culturales que nos diferencian a los de este lado del Atlántico,
nos hace inevitablemente reflexionar sobre nuestra forma de mirar hacia el
futuro incierto. Aprendamos a mirar con menos miedo y pensemos en todas las
oportunidades que nos están esperando.
Leed a Richard Ford, no lo dejéis más.
País Nómada, Jessica
Bruder
Con este libro acompañamos a los workampers estadounidenses,
una suerte de tribu nómada moderna nacida de la gran crisis de 2008. Personas
con una caravana como casa que han dejado un pasado - a priori mejor - atrás.
Y como respuesta a estos nuevos nómadas, surge CamperForce,
el programa de Amazon en torno a sus centros logísticos en USA, diseñado a
medida para este colectivo, propenso a ser precarizado sin esfuerzo y sin
riesgo de fractura social (tan lejos ellos ya de lo que entendemos por social).
Sin duda el libro invita, entre otras muchas cosas, a la reflexión sobre estos
controvertidos modelos laborales, inconcebibles en Europa.
Se trata del libro en el que se basa la película Nomadland. La película es
magnífica, pero el libro es un viaje imprescindible por una versión alternativa
- otra más - al mito del sueño americano. Una de mis mejores lecturas de lo que
llevo de año.
Todo bajo el
sol, Ana Penyas
Este fin de semana tan importante para los libros he dejado un
espacio – es de justicia, literaria y personal – para la novela gráfica.
Todo bajo el
sol, de Ana
Penyas es una historia sobre la transformación del Levante español, de la
huerta a la sobresaturación urbanística, base del modelo económico del país, en
un recorrido que acompaña a una familia desde los años 60 a la actualidad.
El modelo económico impregna todo lo demás, la prosperidad y la precariedad, el
gran solar que dejó la crisis, el gran éxito de la creación de la clase media
con todas sus contradicciones.
Ana Penyas no es una desconocida. Su obra Estamos
Todas Bien fue galardonada en 2018 con el Premio Nacional del Cómic,
primera mujer que recibió este reconocimiento.
Penyas ha vuelto a crear una obra incómoda que invita, de nuevo, a una profunda
reflexión sobre cómo los males de ahora requieren de una autocrítica de varias
décadas para ser bien explicada.
Una apuesta segura para alegrar una gran tarde lectora.
Os deseo una gran semana, y que encontréis muchos buenos libros por el camino.
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