A veces el libro más inesperado le da la vuelta a tu vida, a tu forma de entenderla, o al menos le da la vuelta a tu verano y a tu estructurado plan de lectura (a veces pienso que la única razón de existencia de mi plan de lectura es incumplirlo). En mi caso, el libro es ¿Dónde vamos a bailar esta noche?, de Javier Aznar.
Ya me había asomado al autor a través de sus artículos en la revista Elle, titulados Manual del buen vividor, o en su actual colaboración semanal en Vanity Fair, Cosas que me han hecho feliz esta semana. Crónicas de lo cotidiano, descubrimientos, anécdotas, pequeñas (grandes) historias, reflexiones sobre lo mundano y lo divino.
¿Dónde vamos a bailar esta noche?, es justo eso, un conjunto de crónicas personales, vivencias, recuerdos, emociones y pasiones personales. Javier Aznar tiene el talento natural del que transforma una experiencia personal (o de otro) en una historia que contar. Su forma de contar seduce y engancha, provoca la carcajada (que maravilloso placer la experiencia de reírse en soledad leyendo un libro, impagable placer) o la emoción contenida. Javier Aznar forma parte del selecto grupo de escritores entre los que se encuentran autores muy cercanos a él como David Gistau (el prólogo del libro es suyo) o Manuel Jabois, por los que profesamos devoción los que estamos detrás de este blog.
No destaco ninguna pieza en concreto, porque todas valen mucho, pero como muestra de la cantidad de referencias y citas que Javier se marca y que utiliza como excusa y vehículo narrativo o potenciador de lo contado, os desvelo una pequeña muestra de mi cuaderno de ideas, ese que lleno de libros, películas, proyectos de escritura, lugares que visitar pendientes: Cualquier otro día (releer a Lehane), Garci (releerle, reescucharle), alquilar un barco con amigos, Mis traspiés favoritos de Hangs Magnus Enzensberger, Nunca te pares de Phil Knight, el cine de Truffaut, el cine en general, The Smiths, los primeros amores de verano, los cocktails,...
Gracias al libro de Javier Aznar he disfrutado de un libro como hace tiempo no me pasaba, entregado absolutamente durante las largas tardes de verano, leyendo y releyendo, riendo y anotando ideas, frases, experiencias pendientes.
Una gran lectura ideal para reconciliarte con la vida y con los pequeños placeres que esta nos proporciona cada día.
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