Casi
siempre hay una sorpresa en las propuestas de Caballo de Troya, una joya
oculta, un autor al que seguir, una publicación que rompe la norma. Aunque este
año la triunfadora en este sentido es Aixa de la Cruz y su brutal Cambiar de idea, con un perfil más
comedido llega Ama, la ópera prima de
José Ignacio Carnero.
En
los últimos tiempos ha proliferado en torno a la literatura el género de
autoficción, y dentro de este el que tiene como temática la pérdida de un ser
querido. El comensal, Madre mía o más recientemente Ordesa (de la que escribiré pronto)
giran en torno a la muerte de un ser querido y a la transformación del dolor y
la pérdida en literatura.
Ama
significa madre en euskera, pero también es el verbo amar, y Carnero destapa
con una pluma llena de emoción su relación con la enfermedad de su madre,
siendo esta el punto de inflexión que permite ir hacia adelante y hacia atrás
en un recorrido vital propio lleno de luz.
Me
gusta que el libro desprenda sinceridad, falta de impostura, verdad, en
definitiva. No me gusta que a pesar de todo esto tengo la sensación de que ya
lo he leído (como un viejo recuerdo) y me parece injusto albergar ese
sentimiento teniendo en cuenta que el ejercicio del escritor me parece en este
caso generoso (por compartir algo muy propio) y sincero.
Deseo
continuidad al autor, ya que la publicación – ópera prima, editorial de
talentos – puede (y es) principio y fin de muchas aventuras literarias. José
Ignacio Carnero tiene cualidades para que esta no sea su historia, y pronto
sepamos de él y de una nueva propuesta literaria. Tendrá a buen seguro nuestro
interés.
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