Acabo de terminar una de esas obras que uno sabe importantes
desde las primeras páginas. Otro proyecto monumental de otro gran creador
español (digo otro porque hace poco leímos La
balada del Norte, de Alfonso Zapico, y aún estamos conmocionados). En el
caso de Antonio Altarriba, ya conocíamos El
arte de volar, una de las obras gráficas cumbre escritas (y dibujadas) en
este país.
Coincidiendo con la publicación de Yo, loco (segundo en una serie temática aún no finalizada), nos
hemos hecho con Yo, asesino, el
primer título de la serie. Aquí os
dejamos nuestras impresiones.
Yo, asesino nos
cuenta con el tono inconfundible de Altarriba la historia de un asesino en
serie. Nos enfrentamos a un tipo absolutamente integrado en la sociedad, que
goza de un prestigio reconocido y amante del arte (es además su profesión). De
hecho, la conexión que establece entre el asesinato y la belleza intrínseca a
este se convierte en objeto de reflexión por parte del lector.
¿Es posible coquetear con sentimientos como la empatía
cuando es de un asesinato de lo que hablamos? ¿Matar puede ser bello? ¿Explica
eso lo que mueve a algunos asesinos en serie a matar siguiendo una metodología
y disciplina concreta? Son preguntas incómodas que solo con obras como esta nos
podemos plantear. Afortunadamente la vida real no da lugar a ello (al menos
para los comunes mortales).
La narración es fría y psicológicamente perturbadora. Viene además
con un estilo gráfico (formidable el trabajo de Keko) que la acompaña a la
perfección. El blanco y negro solo da paso al rojo de la sangre cuando esta
hace acto de presencia, y eso engrandece y enfatiza los aspectos sórdidos de la
narración.
Muy recomendable, en definitiva, este Yo, asesino, aunque reservamos la recomendación a un público adulto
y sin prejuicios, dispuesto a disfrutar con obras que plantean más preguntas
que respuestas. Si consideras que te ajustas a este perfil de lector, adelante
sin complejos.
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