Supongo que a ningún lector habitual le resulta
desconocido Dennis Lehane. Principalmente por sus obras más conocidas, Mystic River o Shutter Island llevadas con gran
éxito al cine. Personalmente no había leído ninguna novela suya y tenía muchas
ganas. Así que cogí con bastante ánimo esta novela, protagonizada por una mujer
normal que podría ser cualquiera de nosotros…en principio nos adentramos en una
“domestic noir”.
Rachel Childs superó una infancia difícil para convertirse en
una intrépida triunfadora, una periodista en busca permanente de la verdad.
Durante un reportaje televisivo en directo desde Haití sufre una crisis
nerviosa que acaba con su confianza en sí misma, su matrimonio y su trabajo. En
plena lucha contra la agorafobia y el pánico a recordar, conoce a Brian, un
hombre que la entiende y la apoya en todos sus esfuerzos por recuperarse. Su
amor incondicional la ayuda a reponerse, hasta que un encuentro casual en una
tarde lluviosa hace que su vida ideal se tambalee... igual que su matrimonio.
Algo que define a un buen escritor de suspense
es la capacidad para enganchar al lector. Y eso Lehane lo consigue con el
primer capítulo. Un cliffhanger de libro para comenzar y mantenerte en vilo
durante toda la primera mitad del libro. Porque esa primera mitad no contiene
ningún elemento de novela negra. Es la vida de Rachel, su infancia, la búsqueda
de su padre, su primer matrimonio…nada que nos haga esperar un momento
emocionante. Es una vida algo peculiar pero nada más. Pero claro, si has leído
el primer capítulo tú sabes que hay algo más. Y además en estas primeras
doscientas páginas te has familiarizado con el personaje y has empatizado. Ya
te importa lo que le pueda pasar. Un inicio inteligente aunque sea un truco muy
evidente.
Y realmente llega el thriller. Dejamos de lado
lo doméstico para meternos en una trama completamente diferente, de esas que te
haces dar la vuelta atrás buscando pistas en las anteriores páginas. Intentaré
no contar mucho porque cualquier giro, frase o personaje debe sorprendernos
para no estropear la novela. Si las primeras páginas resultan algo más lentas y
sopesadas, un preámbulo amplio, a partir de ahora los acontecimientos se
precipitan y tenemos que ver a Rachel asumir decisiones precipitadas, salir de
su zona de confort, y en resumen convertirse en la “heroína” de la novela
repentinamente. A partir de ese momento la novela se vuelve trepidante y
adictiva.
Porque de esto principalmente va el libro. Tu
vida pasa plácidamente, tomas decisiones, tienes problemas, te encierras en ti
mismo, siguen ocurriendo cosas, ves la vida pasar, ves cómo la vida le pasa a
otros pero ocurre algo y “plas” avanzas, despiertas, vuelves a vivir. La
capacidad del ser humano para la adaptación, la capacidad para convertirnos en
extraordinarios.
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