Una
educación es el relato en primera persona de la vida de la escritora, Tara
Westover, desde que tiene uso de razón hasta su vida (casi) actual como escritora.
Se trata de unas memorias noveladas (convertidas en ficción pero reales) donde
somos testigos de una américa cada vez más conocida pero no por ello menos
sorprendente.
Para
contextualizar la historia, conviene explicar que Tara pertenece a una familia
de Ohio que vive al margen de la sociedad, como consecuencia del fanatismo con
el que el padre de familia (y la madre, arrastrada en cierto modo) practica la
religión mormona, que niega, entre otras cosas, la legitimidad de la medicina
como ciencia, la educación reglada o la normas básicas de libertad individual
(sexual, de opinión, de credo).
Lo que
en principio parece una vida atípica, en los márgenes pero no necesariamente
infeliz, se acaba descubriendo como una pesadilla de la que sus protagonistas
(los hijos) no encuentran puertas de salidas. La violencia, las terribles
consecuencias del aislamiento, las dudas por no conocer un mundo más allá,
acaban siendo trabas de imposible superación. Tara nos muestra que, a pesar de
todo eso, y de sus propias dudas, logra salir, estudiar, emprender una vida
universitaria plena y, en definitiva, descubrir todo lo que durante décadas se
le ha negado.
Lo que
en principio puede parecer un alegato contra los fundamentalismos, lo es solo
por la interpretación que de la lectura hace el lector, ya que el testimonio de
Tara es razonablemente aséptico y en ningún caso muestra condena o juicio claro
a lo vivido (sufrido).
La
novela es excelente y dura, sin caer en el tópico y dándonos herramientas para
entender sociedades absolutamente diferentes a las nuestras (y
sorprendentemente cerca) y las dificultades intrínsecas de convivencia entre
formas de ver el mundo y la vida tan dispares. En el imaginario personal y como
referencia más cercana en el tiempo está Tan
poca vida (una de mis mejores lecturas del año pasado), libro que, como Una educación es capaz de contar de un
modo impecable lo que normalmente no fácil describir con palabras.
Si te
gustan las historias reales, los testimonios, las confesiones vitales de las
que aprender, empatizar, ver modos diferentes de afrontar la vida que te
permitan contemplar más que juzgar, argumentar antes que rechazar, este libro
te va a atrapar. No es casualidad que sea el fenómeno literario en Estados
Unidos.
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