Si nos seguís con asiduidad, ya sabréis que
de vez en cuando asomamos la cabeza al cada vez más habitual sector de la
autoedición. Siempre he considerado interesante aquellos procesos creativos que
se alejan del establishment y que deciden embarcarse en la aventura de llegar
al público por canales alternativos y casi siempre más difíciles que los
ordinarios.
El mundo de la literatura no es una excepción, pero sí cabe destacar la fenomenología de la autoedición como propia del
sector, en cuanto a su explosión en sus diversas (cada vez más) formas. En
resumen, uno puede autoeditarse (lo que ya supone una elección) pero elegir
cómo autoeditarse es otro universo en sí mismo. Ya hay editoriales de la
autoedición (Círculo Rojo), plataformas que nos permiten autoeditarnos y nos
ofrecen el paquete completo, desde la maquetación hasta la venta del libro (Amazon)
y multitud de alternativas intermedias que permiten al autor convertirse en un
artista total. Para todos los gustos, vaya.
Esta vez hemos recibido una propuesta que,
como casi todas, nos cautiva por la vertiente personal (por el interés que
despierta el autor de la obra, ya que no hay apenas referencias adicionales
sobre las que tomar una decisión como lector). El libro se llama Contornos y su autor es el sevillano
José Escalera.
Contornos puede considerarse un thriller que
a priori no se desvela como tal. Desde el principio se nos cuenta la historia
de Ricardo, un joven soltero, triunfador profesional y personalmente, a lo
largo de una semana frenética, donde se suceden los encuentros – frívolos,
desenfrenados – con mujeres del su entorno.
Como sucede en ocasiones, especialmente
cuando se trata de este género literario, nada es lo que parece. Hablar solo
de lo que parece (sirva como referencia el párrafo anterior) sería no hablar
del verdadero valor de la novela, mientras que hablar solo de lo que es sería
desvelar uno de los grandes enigmas de la historia, y lo que en definitiva
tiene mayor valor en ella. Lo que sí puedo adelantar es que me gusta esa forma
de envolver al lector y hacerle creer lo que no es, de tal forma que se dan
pocas pistas y las pocas que se dan no permiten averiguar el truco de la trama.
Solo al final uno es capaz de echar la vista atrás y con media sonrisa
reconocer que ha sido engañado durante doscientas páginas.
No es un debate menor. La creación artística
está llena de estos equívocos, y son tantos los defensores (entre los que me
encuentro) como los detractores de estos flagrantes engaños al consumidor de la
obra. Una breve retrospectiva multicultural nos puede llevar a un maravilloso
viaje por estas obras que durante años han engañado a todo tipo de lectores y
espectadores: La huella, obra maestra
del genial Joseph L. Mankievich, obras contemporáneas como Sospechosos habituales o El
Sexto Sentido o rotundos clásicos modernos como Shutter Island, estupendo
libro llevado a la gran pantalla por Martin Scorsesse.
![]() |
Shutter Island (2010) |
En todas estas obras, como en Contornos, el lector no es cómplice del
engaño a un tercero, sino víctima, y eso a veces indigna y ofende. El lector no
quiere formar parte del engaño, ya que además, el citado lector ofendido
considera que desvelar los trucos al final no es elegante.
Frente a esta alternativa, hay otras que
admiten interpretaciones más complejas. Son aquellas obras en las que el
lector/espectador sospecha que ha sido engañado pero este engaño no se le desvela,
por lo que todo queda expuesto a la interpretación y al debate. Son múltiples
los ejemplos, pero basta la pregunta siguiente para animaros a encontrar obras
que cumplen con esta etiqueta: ¿Ha sido todo un sueño?
![]() |
El mago de oz (1939) |
Contornos es una propuesta muy interesante porque reabre (lo ha
hecho con nosotros) este debate sobre los límites del creador y su relación de
este con el consumidor de su obra. En niundiasinlibro no nos gustan los
límites, o defendemos su transgresión cuando estos existen, por lo que aplaudimos
este libro y la originalidad del autor para contar la historia.
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