La creación de
este blog nos ha regalado infinidad de instantes felices, algunos propios – el
descubrimiento de autores sorprendentes, experiencias lectoras compartidas,
felices reencuentros familiares inesperados – otros ajenos, pero igualmente
dichosos. Este que os cuento hoy en forma de reseña es uno de ellos.
Supongo que el
25 de Mayo de 2018 quedará marcado en el calendario sentimental de Javier
Márquez. El día en que cerró su tienda para presentar su primer libro, la tarde
en el que reunió a centenares de amigos para celebrar uno de los días – imagino
– más felices de su vida. No faltaba nadie, y los que faltaban animaban desde
la distancia, tal y como recordó Javier en su magnífica exposición. Puertollano
– su ciudad, nuestra ciudad – estaba (está) sedienta de cultura y actos como este son
interpretados por este humilde narrador como manifestaciones reivindicativas donde la voz
de un pueblo expresa alta y clara para pedir más espacios literarios al alcance
de todos. Lo dicho, un día importante para Javier y para Puertollano que se
resume a la perfección en la imagen con la que me crucé – la de su escaparate –
de camino a su presentación en el museo municipal.
Para reseñar Tacones rojos. Misterio en el parque del
Pozo Norte es necesario aclarar que se trata de una antología de gran parte
de la obra hasta el día de hoy creada por Javier, y esta característica convierte al
libro en una antología heterogénea y no convencional. Podría decirse (esa es la
sensación que he tenido con su lectura) que dentro de Tacones Rojos.. hay en realidad varios libros que podrían haber
tenido entidad propia e independiente. Precisamente por este motivo es más
sencillo reseñar por separado cada una de las partes diferenciadas del libro.
Como comenté unos días después de terminar el libro, dentro de Javier Márquez
conviven (espero que pacíficamente) varios escritores con estilos y propósitos
literarios aparentemente muy diferentes, algo nada extraño a nada que uno
explore un poco la trayectoria multidisciplinar de este tipo, catador de
múltiples artes y continuo explorador de nuevos territorios.
El libro
comienza con Misterio en el parque del
Pozo Norte, una nouvellete (unas 70 páginas) del género policiaco
ambientada en Puertollano, ciudad que el autor utiliza como escenario donde se producen
una serie de misteriosas desapariciones en torno al parque que da nombre a la
novela. Se trata de una divertidísima historia, absolutamente fiel a los
cánones más clásicos del género, en la que Javier parece sentirse como pez en
el agua, manejando perfectamente los tiempos narrativos y el despliegue de
información progresivo al lector. Una excelente novela de género donde la ciudad
es probablemente el personaje protagonista. La otra protagonista (humana) ,
Camila Arreola Sandoval está magníficamente caracterizada y demuestra –
confirma – que Márquez conoce el oficio nada sencillo de construir historias
verosímiles y sólidas. El humor es otra de las características de Misterio en el parque…, y la historia
consigue nuestras sonrisas cómplices en varias ocasiones.
¿Qué es lo más
importante de esta novela? Que Javier demuestra con pulso firme que es un
escritor como la copa de un pino. Aún tengo pendiente conocer de primera mano
cuáles han sido sus modelos literarios de inspiración; yo he reconocido al
Mario Conde de Leonardo Padura y al comisario Brunetti de Donna Leon. Por lo
carismático de los personajes (algo nada fácil de lograr) y por la imponente
presencia de una ciudad (La Habana, Venecia, Puertollano), la del novelista, que
es capaz de construir sobre ella un universo paralelo con cómplices guiños a la
realidad.
Javier, te
ruego que no dejes morir aquí esta historia: necesitamos más casos para la
detective Sandoval, para Bruno, para Pablo y el resto de personajes que la
rodean. Ya has hecho lo más difícil, construir el escenario y al elenco
protagonista, y Misterio en el parque del
Pozo Norte debe ser solo la carta de presentación para una (espero) larga
serie, que espero – por qué no – pueda convertirse en un clásico. De momento ya
has conseguido que mire de otro modo lugares como la variante del Minero o las
minas abandonadas de Asdrúbal.
Márquez es un
escritor con talento, su escritura es entusiasta y libertina, y eso llena de
oxígeno e impulso cada uno de sus textos, ya sean en redes sociales, en prensa
o en su recién estrenada andadura literaria. Escribe como hasta ahora, como
quieras y de lo que quieras, porque ya has demostrado con creces que sabes
hacerlo muy bien.
Punto y aparte
para el siguiente bloque del libro. Otro libro como ya os adelantaba, cambio de
tercio, y este no puede ser más radical. Lo que comienza ahora son cinco
relatos breves protagonizados por Firdheus, protagonista de múltiples aventuras
que giran en torno a la biblioteca en la que vive y a los libros. Firdheus es
una chica que escapa de la página quince – ella es un personaje de ficción –
cada vez que un lector abre las páginas del libro en el que vive. ¿No os parece
maravilloso el planteamiento? Un día conoce a Hugo, otro personaje de otro
libro de la misma biblioteca y comienzan a vivir un montón de aventuras
apasionantes . Hugo, por cierto, escapa de la página treinta y cuatro de su
libro.
Ya sea
intercediendo en el amor sin fronteras de dos jóvenes misteriosos, evitando el
cierre de la biblioteca donde viven o combatiendo a las particulares fuerzas del mal que les rodean, las
aventuras de Firdheus y Hugo nos llenan de sabiduría y de bonitas enseñanzas.
Las aventuras creadas por Márquez no le tienen nada que envidiar a muchos de
los universos literarios juveniles de la actualidad, y me sorprende
sinceramente que ninguna editorial de renombre haya percibido el talento que
hay detrás. Estas historias merecen ser continuadas y ampliadas (¡vuelvo a
sugerirte que no dejes morir a los personajes!) y lanzo el guante para que
alguno de los ilustradores que leen estas páginas imaginen las versiones
gráficas de estas historias. Aquí, amigos, hay una auténtica mina creativa.
Por último, e igualmente con carácter independiente, tenemos otros tres relatos, un regalo
visto lo leído hasta ahora, y que completa este crisol cultural que ha supuesto
la primera obra de Márquez. Uno: Un precioso cuento navideño donde aparece la
música como elemento clave sin el que no se entiende la obra de Javier con un
mensaje cargado de intención a nuestros modos actuales de entender la vida y su
felicidad asociada; Dos: Una distopía futurista sobre la salvación de la
literatura; y Tres: Una entrañable historia moralista (en el mejor de los
sentidos) que supone un canto a la vida animal (disculpad la expresión, como si
fuera necesario diferenciarnos del resto de animales). Como se puede ver – y
leer – aquí podemos intuir a un tercer Javier, el que quiere con sus ficciones
mostrarnos el camino hacia algo parecido a la moral perdida, a los valores
fundacionales.
Y finalmente,
como epílogo, Soñar que te sueño, una
preciosa y excéntrica carta de amor donde el autor se deja llevar por su faceta
más lírica. Un perfecto final para un libro inevitablemente inclasificable.
Solo puedo
desde esta tribuna proponeros de forma entusiasta la lectura de su primer
libro, si es que no lo habéis hecho ya, y animaros a que, como Javier,
persigáis vuestro sueño y que, una tarde cualquiera, podáis decir, como él con el cartel de su tienda, que no estáis
disponibles para la vida cotidiana, porque estáis cumpliéndolo.
Como vuelta a la realidad después del verano, no me imagino nada mejor, menuda reseña! Cada uno de los “libros” dentro del libro parece más apetecible que el anterior, quiero leerlo YA. Y por supuesto, comparto algunas de las alegrias que te ha traído este blog, añadiendo el que gracias a él he conocido auténticas joyas, me he atrevido con géneros a los que de otro modo no me hubiera acercado y en definitiva, me ha enriquecido como lectora y como persona (un buen libro es lo que hace, ¿verdad?)
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