El año
pasado leí de una sentada dos libros de Maggie O’Farrell. La novedad de ese año
“Tenía que ser aquí”, que me entusiasmó y debido a ello leí “La extraña
desaparición de Esme Lennox” que me dejó un poco más fría. Tenía muchas ganas
de leer esta nueva novela, que de nuevo tiene como base la familia, el entorno
en el que la autora se siente más cómoda y donde parece encontrar su mayor
inspiración.
Cansada de someterse a la voluntad de sus
padres, Lexie Sinclair decide abandonar la casa familiar en el campo e
instalarse en Londres. Allí conoce a Innes Kent, el editor de una revista de
arte que la introducirá en los ambientes bohemios del Soho de mediados de los
años cincuenta, y empezará una vida completamente distinta a la que estaba
prevista para ella.
Años más tarde, en el Londres actual, la
maternidad ha trastocado la vida de Elina: un día se olvida de los zapatos al
salir de casa y al otro es incapaz de recordar el día del parto. Mientras, Ted,
el padre de su hijo, se va encerrando en sí mismo y empieza a recordar
episodios de su infancia que había olvidado.
Como es
habitual en los libros de Maggie O´Farrell engancha desde el primer momento y
los personajes pasan a convertirse enseguida en compañeros de aventuras de los
que echas de menos cuando cierras la novela. Es el punto fuerte de la autora,
crear y desarrollar a los personajes de una manera muy inteligente, ligándote a
sus emociones. En su anterior libro los masculinos tenían más peso, estaban muy
bien definidos. En esta novela sin embargo son los personajes femeninos los que
he encontrado mejor recreados.
Elina es
el personaje con el que más he conseguido empatizar en los últimos tiempos. Su
visión de la maternidad es la más parecida a la mía propia que he podido
encontrar. No idealiza, no desarma, pero sí muestra la total pérdida de
identidad que algunas mujeres sufrimos tras dar a luz, la dicotomía entre el
amor más sacrificado y absoluto con la rabia de perderte a ti misma en el
proceso. Afortunadamente es una sensación temporal, quizá por ello poco
desarrollada en la literatura.
La parte
atractiva, bonita, ligera viene de la mano de Lexie. La vida de una chica de
pueblo que se atreve con todo y se adentra en la gran ciudad. Se enamora de un
editor y comienzan una vida ajetreada e interesante en el mundo artístico en el
Londres de los años 70. El personaje de Lexie atrae desde el primer momento.
Rebelde, atrevida, inteligente e inconformista. Innes Kent la subyuga y se
convierte en nexo de la historia de entre la actualidad y los años pasados. Me
hubiera gustado más poder indagar en esa época, en lo que lleva a las
consecuencias futuras…prefiero no seguir contando pero quien lo lea entenderá
las ganas de profundizar
Este libro
es uno de esos que recomendaría a la mitad de mis amistades. Es un libro fácil
de leer, bien escrito y muy entretenido. Tiene una gran dosis de amor, algo de
misterio y muchos personajes bien desarrollados. Un poco predecible,
especialmente si has leído algún libro más de la autora. Pero a mí nunca me ha
importado conocer el final si me lo cuentan bien.
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