Seguimos
diseccionando la obra de Eduardo Halfon, en un eterno viaje circular hasta el
mismo centro de la literatura, hacia su propio sentido y su definición más
pura. Hoy llega el turno de Signor
Hoffman.
Signor Hoffmann es un monumental libro de relatos,
donde seguimos explorando de la mano del autor hasta el fondo de la esencia de
la literatura como vehículo narrador con el convencimiento de que esta nace en
la más pura tradición oral. La literatura es contar historias y sacar de ellas
el máximo partido. Aprender y recordar, empatizar y sentir qué sentían otros
viviendo esas historias.
Signor
Hoffmann vuelve a recorrer algunas de las historias que ya conocemos con El boxeador polaco y La pirueta, auténticas exhibiciones de
lo que significa contar historias. La sencillez de Halfon es asombrosamente
perfecta, despojada de todo artificio innecesario, y nos vuelve a llevar a
algunos de sus lugares comunes: la historia de sus antepasados, las huellas del
dolor y de la guerra y la búsqueda de uno mismo a través de otros, utilizando
para ello el equívoco y la confusión (Halfon vs. Hoffman).
No sé
cual es la meta de Eduardo Hoffman (¿dije Hoffman?) pero creo sin duda que
pasará al historia como uno de los grandes de la metaliteratura, concepto tan
maltratado por algunos y que él ha llevado hasta las cotas más altas de calidad
literaria.
Leed a
Halfon, no dejéis esperar más tiempo. Puede ser demasiado tarde, cuando ya todo
el mundo le lea y reconozcáis no conocerle.
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