Una de las grandes sorpresas de este último trimestre del año de lectura. Muy recomendada por todas partes, no conseguía atraer mi atracción debido a su publicitada “lectura de mujeres” que me suele hacer chirriar. Y esto justamente ha sido lo que más me ha gustado de él. Una lectura que ha tardado muchos años en editarse en España y que merece su debido reconocimiento por hacerlo a Sexto piso.
Gornick, una mujer madura, camina con su madre, ya anciana, por las calles de Manhattan, y en el transcurso de esos paseos llenos de reproches, de recuerdos y complicidades, va desgranando el relato de la lucha de una hija por encontrar su propio lugar en el mundo. Desde muy temprano, Gornick se ve influenciada por dos modelos femeninos muy distintos: uno, el de su madre; el otro, el de Nettie. Ambas, figuras protagónicas en el mundo plagado de mujeres que es su entorno, representan modelos que la joven Gornick ansía y detesta encarnar, y que determinarán su relación con los hombres, el trabajo y otras mujeres durante el resto de su vida.
Es un libro autobiográfico, que nos muestra el lado más íntimo de la autora. Fue publicado en Estados Unidos a finales de la década de los 70. La autora, declaradamente feminista, nos deja ver las grandes preguntas del género femenino en esa época, la lucha entre la fuerte vertiente de esos años por no seguir el camino de la anterior generación y los prejuicios que seguían existiendo (y existen) dentro de la mente de las propias mujeres.
Un estupendo libro sobre mujeres, sobre la vida pero sobre todo desde el punto de vista femenino, lo que no pueden mostrar autores masculinos. A lo largo de la literatura nos encontramos hombres que han sabido interpretar a importantes personajes femeninos, como Ana Karenina o Madame Bovary, yéndonos a los más clásicos. Reconozco que soy la mayor fan de Ana Karenina, que me lo leí en dos días a los 16 años y me apasionó. A pesar de esto, creo que llegar a la profundidad de la mente femenina sólo lo puede conseguir una mujer. Aquí, se muestran las contradicciones inherentes a nuestra educación, a nuestro pasado como género, a nuestras ansias de un mejor futuro para la próxima generación...
Además es una historia sobre Nueva York, y más concretamente sobre el Bronx. Es curioso como los libros pueden tomar la atmósfera de los lugares que los ambientan y sólo con situarlo en un lugar geográfico u otro nos hace sentir de distinta manera. Aquí, sentimos el ajetreo, la soledad entre la multitud y sobre todo el estigma de la inmigración dentro de ese barrio y más concretamente dentro de uno de los bloques en los que se apilaban las familias judías como la de Gornick.
La escritura de la autora es sencilla pero altamente inteligente. A la vez que nos cuenta su infancia en el barrio, lo mezcla con la actual relación con su madre, un tira y floja que resulta inquietante pero tan atrayente…supongo que todas las mujeres sufrimos un poco ese cambio generacional con las madres. Concretamente yo sufro todavía una educación que tiene poco de feminista en su fondo pero a la vez que siempre me enseñó que debía valerme por mí misma. Un conflicto propio de los años 70 y 80 de los que nos habla la autora ya que se enfrente a la liberación de la mujer y a la vez a seguir siendo válida como núcleo de familia y responsable de la armonía de un hogar. Vamos, la búsqueda imposible de Superwoman.
Además, en ese barrio la autora también nos cuenta sobre otros personajes muy influyentes en su vida. Así como la represión, la tradición, el matrimonio...se muestran del lado de su madre, la otra influencia de su vida la nuestra su vecina Nettie. Nettie es la apertura a la sexualidad, a los hombres, al placer. En ellas se contrasta la ferocidad entre dos formas de vida que se buscan pero a la vez se rehuyen. También aparecen los diferentes hombres de su vida, los de su pubertad, su fallido matrimonio y sus relaciones en la madurez. Todos revisados bajo la lupa de su exigente madre.
En este caso madre e hija son aparentemente polos opuestos pero les unen las mismas inquietudes sobre el amor y el matrimonio, la familia y el trabajo. Ambas hacen lo que tienen que hacer en ese momento y afrontar sus reproches pero al final están más cerca de lo que parecen. Un libro recomendable para cualquier persona pero quizá más para aquellos que convivimos con madres fuertes, imperturbables y con las que chocamos en ocasiones, porque sirve para valorar que nos enfrentamos a los mismos retos con una diferente educación y que al final siempre nos unen las mismas cosas.
Cada libro tiene su "lector"... Este libro desde luego no es el mío... No me ha gustado. Considero que está "sobrevalorado", sin quitarle el mérito que tiene toda obra literaria por el mero hecho de haber sido escrita.
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