Y
justo después de un verano lleno de lectura notables, me llega de improviso el
sobresaliente. En mi lista de pendientes se encontraba Stoner, un libro del que
había leído unas críticas muy halagüeñas. Me imponía ligeramente leer de nuevo
un clásico que comparaban con Faulkner o Fitzgerald. Pero a la segunda página
ya estaba enganchada, del mismo modo que hace muchos años me enganché a estos otros
autores.
William Stoner comienza la
Universidad de Missouri a los diecinueve años para estudira agricultura. Un
seminario de literatura inglesa cambia su vida, y él nunca retorna para
trabajar en la granja de su padre. Stoner se convierte en profesor. Se casa con
la mujer equivocada. Su vida es tranquila, y después de su muerte sus colegas
apenas le recuerdan.
Si
antes he hablado de Faulkner o Fitzgerald no me hagáis mucho caso. Sí, nos
muestra las mismas reflexiones y el poder de introducirnos en su mundo es el
mismo. Pero no encontraremos el glamour de Fitzgerald ni la solemnidad de
Faulkner. Es una prosa más íntima, más personal y humilde. Una historia muy
bien contada y bellamente escrita.
La
escritura de John Williams emociona y sabes que has encontrado algo especial en
cuento lees algo así: “En su año cuarenta y tres de vida, William Stoner
aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la
persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que
el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta
conocer a otra.”
Llama
mucho la atención que este libro no sea famoso y menos su autor. Es casi
unánime este sentimiento en todas las críticas que he leído. Cada cierto tiempo
se redescubre y vuelve a brillar con luz propia. Así, este secreto ha sido
recomendado en los últimos años por Bret Easton Ellis, Rodrigo Fresán, Enrique
Vila-Matas y Emma Straub, entre otros, y se convirtió en bestseller
internacional temporalmente. En Holanda desbarrancó a Dan Brown.
Al día siguiente de finalizarlo seguía pensando en él y de hecho cada
vez más. Y sigo haciéndolo en estos días. No es fácil encontrar libros así. Suele ser difícil recomendar libros, temerosos de que te gusten a ti pero
no cuadren con los demás. Éste se puede recomendar sin género de dudas. Y
aunque soy reticente a catalogar de obra maestra una lectura, ésta lo es. Os
dejo, me voy con otro libro libro de Williams, Butchers Crossing, a disfrutar.
Estoy de acuerdo, a mi encantò te entra en el alma y se queda.
ResponderEliminarEnseguida leí Butchers Crossing y tampoco me defraudò ..Épico.
Tengo pendiente El Hijo de Cesar.......