Hoy
os traemos uno de esos libros para niños en los que te gustaría sumergirte
durante horas en todos sus detalles. Una casa espectacular donde los ratoncitos
corren a sus anchas. Un libro ideal para leer en familia y disfrutar con cada
una de sus páginas.
¡Adéntrate en el mundo en
miniatura de la Casa de los Ratones, una casa que no se parece a ninguna otra!
Sam es el mejor amigo de Julia. Julia es la mejor amiga de Sam. Sam es
SUPERtímido. Julia es SUPERcuriosa. Juntos viven un montón de aventuras en la Casa
de los Ratones, ¡y se meten en algunos líos! Acompáñalos a descubrir un
escondite secreto, a dar la bienvenida a un ratón encantador al que llaman «el
trapero» y a hacer deliciosas tortitas. Visitarán la mejor pastelería del mundo
y una tienda donde venden de todo, y encontrarán una cajita de madera llena de
tesoros. Y —¡oh, no!— tendrán que enfrentarse a una terrible y espeluznante
rata. Los días pasan volando en esta casa tan singular. La Casa de los Ratones
es un lugar mágico y lleno de sorpresas. ¿Te atreves a entrar?
Fue
uno de los regalos de Navidad de los niños y sin duda uno de los más acertados.
Mucho más que la arena cinética que les encanta pero a la cual le tenemos que
dedicar una tarde de limpieza post juego. Pero bueno, eso es otro tema. El caso
es que lo compramos pensando en el niño de 4 años pero la que está más
entusiasmada es la de 2 añitos. Ella nos lo pide leer en cuanto lo ve y está aprendiendo
nuevas palabras gracias a él. Eso sí, hay que adaptarlo a su edad porque ella
no aguanta tanto texto. En ese sentido es más acertado para los mayores de 4
años y es muy conveniente para los niños que están empezando a leer ya que la
letra es bastante grande y es de lectura sencilla.
Las
historias que viven Sam y Julia son las cotidianas de cualquier niño pero el
encanto de la casa es muy peculiar. La artista Karina Schaapman dedicó años a
construir y decorar la Casa de los Ratones, escenario de este álbum infantil
tan especial. La preciosa casita está fabricada con cajas y cartón piedra, con
telas antiguas y toda clase de materiales reciclados (cerillas, botones,
tapones de botella...). Tiene más de cien habitaciones, pasillos y espacios
exteriores para explorar. Los ratoncitos que la habitan también han sido
diseñados y creados por Karina. Los cuentos de Sam y Julia fueron surgiendo
como por arte de magia mientras construía la casa. Cada página es una
fotografía de un montaje en la casa que construyó y es maravilloso ir despiezando
cada detalle.
Cuenta
con una segunda parte de las aventuras de Sam y Julia que ha salido hace unos
meses a la venta. La oferta de Blackie Little es muy original. Se llena de
clásicos pero también de autores que se salen fuera de lo común. Éste es un
buen ejemplo. Sencillamente genial.
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