Siempre
me han gustado las historias que comienzan con:
Esta es la historia de tres hermanos (o hermanas)… Quizá por soy la
pequeña de tres hermanas y siempre el pequeño es el que se lleva la mayor recompensa
por ser el más astuto (menudo ego tenía). Recomiendo sobre este asunto la
canción La fábula de los tres hermanos de Silvio Rodríguez. Me centro, que me
voy por las ramas. El otro día hablábamos en nuestros propósitos de lectura de
asomarnos de nuevo a los clásicos a través de unas antiguas ediciones de Anaya
que encontramos en un desolado armario de mi casa familiar. Uno de estos libros
era Cuentos al amor de la lumbre. Recuerdo leerlos una y otra vez e incluso
haberme basado en ellos cuando empecé mis redacciones escolares. Ese placer de
leer cuentos cortos, fantásticos y a veces un poco absurdos me ha acompañado
hasta hoy. Por eso tenía mucho interés en leer Cuentos de hadas, ya que
proponía una vuelta a mis orígenes lectores.
Hubo un tiempo no muy lejano en
que los cuentos de hadas no estaban destinados a los niños. Los relatos
recopilados en este mítico volumen, a los que Angela Carter dedicó años de su
vida, tampoco son para niños. En ellos encontraremos sangre, humor, sexo y
muerte. No hay princesas ñoñas ni hadas maravillosas, sino jóvenes astutas,
ancianas taimadas, chicas malas, hechiceras, parteras vengativas, mozas
ladronas, novias rastreras, madres, hijas y hermanas raras. Solo una escritora
tan radical como Angela Carter podría haber sido capaz de armar esta antología
de relatos, todos ellos protagonizados por mujeres, una celebración del
universo femenino a través de los tiempos, ilustrado con los grabados
originales de la edición inglesa a cargo de Corinna Sargood.
Como
podeis ver en este resumen, no vemos ninguna ñoñería por ninguna parte, no nos
encontramos con damiselas en peligro, sino con mujeres resolutivas e
inteligentes que suelen salirse con la suya en esta aventura tan peligrosa de
vivir.
Ni
que decir tiene que los cuentos siempre han servido como advertencias a los
niños, a los jóvenes, sobre los peligros que se ciernen sobre nosotros. Siempre
han sido los encargados de meternos miedo y de ser cautos y precavidos. También
valientes, honrados y leales. Estos Cuentos de hadas de Angela Carter también
nos hablan de los riesgos que nos asolan. Y como estamos hablando de mujeres,
estos riesgos son los prejuicios, tanto a nuestras condiciones físicas, como a
nuestra inteligente, como simplemente a nuestro género. Y por supuesto también
nos advierte sobre “el hombre” como cazador de mujeres. Una especie cada vez
más en extinción pero con la que conviene estar alerta, como el famoso Señor
Fox de la primera parte del libro.
Es
un libro que se devora a pesar de su volumen. Pero también se puede disfrutar
poco a poco de sus historias, como una Sherezade adulta. Cada uno de los
cuentos, a pesar de ser populares y recogidos en muy distintas partes del
mundo, tienen en común la prevalencia de la mujer ante los problemas y sobre
todo el humor, tan necesario en nuestro día a día.
Angela
Carter fue una autora original en su época que se especializó en literatura fantástica. Fue ella la que se encargó de recopilar los cuentos que se recogen
en el volumen, cuentos repartidos por la tradición oral por todo el mundo y con
los que la autora se identificaba por completo. Ya fueron un éxito en su
primera edición en los años 90 y estoy segura de que cualquiera que los ojee
querrá tenerlos en su biblioteca.
Muy apetecible, la verdad. A mí lista de pendientes.
ResponderEliminarSeguro que te encanta. Es un libro al que hay que hacerle sitio como sea.
ResponderEliminarUn abrazo.