Os voy a hablar hoy de un libro que finalicé antes de acabar el año pero que aún no había tenido tiempo para comentar. Y no es porque no me gustase, al contrario. En estos días lo he visto en algunas listas de las mejores novelas que nos ha traído 2016 y he recordado que lo tenía pendiente. Es un libro con una narrativa muy original y que dice más de lo que cuenta sobre la protagonista.
Una escritora inglesa llega a Atenas en pleno verano para impartir unos cursos de escritura. Durante su estancia en la capital griega, la gente que va encontrándose decide sincerarse con ella y contarle aspectos importantes sobre sus propias vidas. En el calor sofocante de la ciudad, los diferentes interlocutores confiesan sus amores, sus ambiciones y miedos a la narradora, de quien apenas sabemos que está separada y es madre de dos hijos. De este modo, una secuencia de voces ajenas va trazando un complejo tapiz humano que acabará perfilando por contrate la personalidad de la narradora y los sucesos más decisivos de su vida: el sentimiento de pérdida, la búsqueda de un sentido a la vida familiar. La dificultad de establecer lazos de confianza o el misterio de la creatividad. A contraluz nos habla de cómo construimos nuestra forma de ser a partir de nuestra propia vida y de la de los demás.
Comienza el libro con el vuelo a Atenas de esta escritora inglesa. En el avión comienza a conversar con su compañero de asiento, que le cuenta la historia de su vida, sus matrimonios, sus hijos. A través de la historia de él empezamos a ver retazos de la de ella. Pero no nos muestra más, pequeños destellos que completan el paisaje de su viaje.
Esto se repite en cada capítulo. Escucha y nos cuenta las historias de el otro ponente en los cursos de literatura, de una vieja gloria feminista que conoce en una cena, un
viejo amigo en Atenas…Da la impresión de ser un libro de historias sueltas. Pero
en realidad trata sobre lo mismo, el amor y las relaciones humanas. Pero sobre
todo está escrita de tal manera que en realidad nos quiere llevar a otro lado,
a la catarsis en la vida de la escritora protagonista. La famosa crisis de la
mediana edad.
Un
libro con un interesantísimo enfoque en su forma de narrar. El personaje
principal, casi autobiográfico por lo que sabemos de la autora, nos narra estos
días en su vida de una manera voyeurista.
Digo
autobiográfico porque Rachel Cusk es un tipo de escritora muy interesante y con
un recorrido llamativo. En 2001 publicó su primer libro, recién estrenada
maternidad y en espera de otra. Un ensayo sobre maternidad tan crudo que generó
gran polémica en su país. En su segundo libro contó sin piedad su divorcio, que
también cosechó grandes críticas al discutir sobre el papel del hombre o mujer
en una relación. Sin embargo en esta
novela (que es la primera de las tres que tiene pensado escribir), intenta
protegerse con esa mirada desde fuera, como si las críticas la hubieran hartado
y sintiera necesidad de contar su historia a través de los demás.
He
disfrutado muchísimo con su lectura y me encanta que haya previsto dos entregas
más, aunque éste se puede leer de manera individual sin duda ya que es más la
historia de un colectivo, de los que nos rodean, de lo que podemos obtener si
nos paramos a escuchar a los demás que la historia de una misma. Para aplicar
en nuestro día a día.
Otro que me apunto.
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