Os
presentamos hoy una novela que es un cuento, una fábula, una leyenda…Viajamos
en el tiempo a épocas duras, guerreras y oscuras. Si os gustan las historias de
caballeros, de la mesa redonda de Arturo, de dragones y magia, entonces seguid
leyendo. Si no os gustan da igual, la narrativa poética de Ishiguro también os atrapará.
Inglaterra en la Edad Media. Del paso de los romanos por la isla sólo quedan ruinas, y Arturo y Merlín –amados por unos, odiados por otros– son leyendas del pasado. Entre la bruma todavía habitan ogros, y británicos y sajones conviven en unas tierras yermas, distribuidos en pequeñas aldeas. En una de ellas vive una pareja de ancianos –Axl y Beatrice– que toma la decisión de partir en busca de su hijo. Éste se marchó hace mucho tiempo, aunque las circunstancias concretas de esa partida no las recuerdan, porque ellos, como el resto de habitantes de la región, han perdido buena parte de la memoria debido a lo que llaman «la niebla».
Cierto
es que soy una enamorada de las leyendas artúricas y esto ha hecho que este
libro supusiera una alegría entre mis lecturas otoñales. Comienza la novela con
un tono de fábula. Axl y Beatrice viven en una aldea remota, llevan una vida
sencilla pero ciertamente limitada. “La niebla” afecta a todos los que allí
habitan aunque de vez en cuanto les llega algún retazo de su pasado. Éste es el
caso de la pareja de ancianos, recuerdan su intención de visitar a su hijo y
comienzan un viaje que nunca habrían soñado.
Desde
el principio una de las señas de identidad del libro es la unión entre estos
dos personajes, un alegato de amor, del amor más robusto que supera el paso de
los años. Es conmovedor leer los diálogos entre Axl y Beatrice e imaginar toda
su vida juntos. Posteriormente nos enteraremos de lo que han sacrificado el uno
y el otro para que esta unión perdure y sea irrompible.
En
la primera aldea conocen a un guerrero sajón llamado Wistan y un joven al que
el encuentro con una criatura le ha dejado una herida que su familia y amigos
temen. Con ellos continúan el camino, un camino iniciático en el mundo de la
guerra para el joven, siendo Wistan el personaje central. Un personaje ideal en
las novelas de caballería. Continuando el viaje se encuentran con Sir Gawain,
el último caballero de Arturo vivo, que lleva a cabo una misión esencial: matar
a la hembra de dragón que habita en esas tierras y hechiza a todos sus
habitantes.
La historia es buena pero lo que de verdad me ha enamorado es la forma de escribir de Ishiguro. No conocía nada de él pero posee una escritura emocionante, suave, eternamente bella. Es un libro que hace que sigas pensando en él durante mucho tiempo, por su final, por su mensaje. Una buena novela que me ha descubierto a un autor impresionante.
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