A
veces apetece leer una aventura, con un protagonista atrayente que te haga
soñar con llevar su vida y romper con la monotonía de la vida propia. Para mí
la lectura supone eso, poder vivir otras vidas y olvidarme de lo cotidiano por
momentos, simular que yo soy la detective con medias de seda… Este libro que
acaba de editar Siruela nos da la oportunidad.
Una detective inesperada nos presenta la primera aventura de la
clásica y moderna heroína que está conquistando a los lectores de todo el
mundo. ¡Llega Phryne Fisher!
A finales de los años veinte, la vida social londinense está en pleno apogeo, pero la aristocrática e irresistible Phryne Fisher se hastía solo de pensar en arreglos florales y conversaciones educadas. Por eso decide que embarcarse rumbo a Australia, su tierra natal, para probar suerte como detective y así escapar del tedio de la alta sociedad inglesa, será algo de lo más emocionante.
A finales de los años veinte, la vida social londinense está en pleno apogeo, pero la aristocrática e irresistible Phryne Fisher se hastía solo de pensar en arreglos florales y conversaciones educadas. Por eso decide que embarcarse rumbo a Australia, su tierra natal, para probar suerte como detective y así escapar del tedio de la alta sociedad inglesa, será algo de lo más emocionante.
Phryne
Fisher es la heredera de una familia acaudalada a la cual le aburren bastante
las fiestas de sociedad, los chismorreos y las búsquedas de “pretendientes”.
Así, cuando un matrimonio conocido le solicita ayuda con su hija y le piden que
se traslade al otro punto del planeta, no tiene reparos en aceptar. Esta
detective aficionada es una bella mujer con gustos caros, una sibarita,
valiente, aguerrida, muy inteligente y también justa y solidaria con las
desigualdades sociales. Además, su apertura sexual es llamativa en la época en
la que se sitúa, en los años veinte.
Junto
a Phryne destacan algunos personajes secundarios, principalmente los taxistas
que la ayudan desde su llegada a Australia y la experta doctora a la que
solicita análisis, pruebas y demás ayuda científica en sus pesquisas. A ellos
se une su doncella Dorothy, que se convierte en su mejor aliada para resolver
qué le ocurre a la hija de sus amigos londinenses y quién está convirtiendo
Melbourne en una comunidad de adictos a la cocaína.
El
personaje de Phyne Fisher a ratos se me antoja bastante incoherente y demasiado
adelantado a su época. Pero luego me abstraigo y disfruto de sus aventuras ya
al fin y al cabo también James Bond es un personaje bastante increíble también
y no le suelo poner pegas en cuanto a entretenimiento. Además hay que recordar
que en los años 20 la herencia de la primera guerra mundial había hecho que
muchas mujeres tuvieran que salir a las calles a tomar el puesto de los hombres
y fue una generación que pegó un saltó enorme en cuanto a su independencia. En
contraste con los años 50 que trajeron bonanza económica y las mujeres se
quedaron en casa porque ya no había tanta necesidad y se creó el rol
conservador del ama de casa tipo Mad men.

También para mí la lectura es "poder vivir otras vidas y olvidarme de lo cotidiano por momentos"; cotidianidad tenemos toda la que queremos a nuestro alrededor y por eso no suelo disfrutar con los personajes grises; para gris, ya me tengo a mí.
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