La publicación en Anagrama de la última obra de Luisgé Martín fue una grata noticia para el que os escribe. Hace poco había disfrutado de Todos los crímenes se cometen por amor (Aquí lo podéis leer), antología de cuentos que nos dejó un muy buen sabor de boca. Queríamos conocer más del autor, otras obras, facetas diferentes, y como por arte de magia nos llegó El amor del revés, su propuesta autobiográfica, su último gran reto.
Reconozco que valoro especialmente los proyectos literarios en los que el autor se entrega de forma generosa, no sólo desde el punto de vista meramente artístico, sino en el aspecto personal. No sólo hablo de obras autobiográficas (¿no lo son todas en cierto modo?) sino aquellas en donde el autor transfiere parte de sí mismo a sus personajes, a los episodios narrados, a las almas que habitan sus historias. Imagino en esos casos al escritor exhausto, fatigado ante tal entrega, sin ganas de retomar un nuevo proyecto sin dejar pasar tiempo de por medio.
Esta es sin duda la sensación que me ha quedado con El amor del revés, autobiografía que el autor nos regala. Utilizando como epicentro su homosexualidad, Luisgé transita a través de los años por el personaje que representa él en el mundo. Su proceso de aceptación (lento, duro, inexistente quizás) supone una negación de sí mismo. Es hermoso (y en cierto modo doloroso) verle sincerarse a sí, reconociendo su papel protagonista como autocensor, negando su condición a sí mismo y al mundo, mostrando sus debilidades y sus vanos intentos por dejar de ser lo que en realidad no es posible no ser: uno mismo.
Como os digo, la homosexualidad es utilizada como epicentro pero lo interesante está en las aristas del seísmo, en las réplicas. Es un libro sobre la vida y sobre el amor a la vida que a veces nos negamos, y al que a veces llegamos demasiado tarde. Y es esa definición la que me ha hecho sonreír durante la lectura, ya que a través del autor podemos llegar a la conclusión de que ese “demasiado tarde” puede no serlo nunca y ser recibido en realidad como un “por fin”.
El amor del revés es una obra honesta y definitiva, a partir de la cual el autor debe ser valorado como uno de las realidades literarias de este país. Sin vitolas y sin grandes portadas, Luisgé Martín nos ha dado una lección de puro arte a todos los que nos hemos atrevido a cruzar la barrera de esta obra. Te invito a que hagas lo mismo tú.
![]() |
El autor, Luisgé Martín |
Comentarios
Publicar un comentario