Me he
pasado todo el verano viendo la portada de este libro en su editorial americana
en muchísimas entradas de Instagram de lectores internacionales. Sin duda ha
sido el libro de moda de la época estival. Así pues fue una alegría saber que
Anagrama lo iba a editar tan rápidamente en castellano y he retrasado muchas de
mis lecturas pendientes para poder disfrutarlo y ver si se cumplían las
expectativas.
California. Verano de 1969. Evie, una adolescente insegura y solitaria a punto de adentrarse en el incierto mundo de los adultos, se fija en un grupo de chicas en un parque: visten de un modo descuidado, van descalzas y parecen vivir felices y despreocupadas, al margen de las normas. Días después, un encuentro fortuito propiciará que una de esas chicas –Suzanne, unos años mayor que ella– la invite a acompañarlas. Viven en un rancho solitario y forman parte de una comuna que gira alrededor de Russell, músico frustrado, carismático, manipulador, líder, gurú.
California. Verano de 1969. Evie, una adolescente insegura y solitaria a punto de adentrarse en el incierto mundo de los adultos, se fija en un grupo de chicas en un parque: visten de un modo descuidado, van descalzas y parecen vivir felices y despreocupadas, al margen de las normas. Días después, un encuentro fortuito propiciará que una de esas chicas –Suzanne, unos años mayor que ella– la invite a acompañarlas. Viven en un rancho solitario y forman parte de una comuna que gira alrededor de Russell, músico frustrado, carismático, manipulador, líder, gurú.
Por
lo que había podido leer de la novela pensaba que se basaba en hechos reales
sobre la matanza perpetrada por Charles Manson y su grupo fanático en esos
años. Un tema atractivo y morboso del que me apetecía enterarme más. Pero no,
la jovencísima Emma Cline toma este episodio ya histórico y se inspira en él
para crear un grupo similar, con un líder a imagen y semejanza de Manson
utilizando algunas anécdotas que sí sucedieron realmente.
Comienza
la novela con Evie, nuestra protagonista, llevando una vida un tanto
destartalada a los cincuenta años. Un episodio con unos jóvenes que llegan a
convivir con ella le trae a la memoria la corta temporada que pasó con una
comuna de chicas y su líder y cómo la marcó para siempre a pesar de no tener
consecuencias como el resto de integrantes de la banda.
En
realidad no es una novela sobre una secta, un grupo fanático o sobre cómo lavar
cerebros de jóvenes. Es una novela sobre la adolescencia de una chica. Sus múltiples
inseguridades, sus conflictos familiares, las ganas de gustar, de aparentar, de
llamar la atención. En esto la autora ha dado en el clavo, disecciona
perfectamente esta mente juvenil y nos abre las puertas a sus más íntimos
deseos. Deseos de una chica normal y corriente, que alrededor de ciertas
circunstancias se puede ver arrastrada hacia una vida totalmente manipulada
tanto por unos como por otros mientras que ella lo vive con rebeldía.
Personalmente
rememoro con ella esos años de eternas reflexiones, análisis del comportamiento
de los demás, ensayos de relaciones con los chicos…menuda horrible época. No me
ha dado ninguna nostalgia. La autora lo refleja perfectamente. Para muestra un
párrafo: “Si te enfadabas, estabas loca; si no reaccionabas, eras una zorra. Lo
único que podías hacer era sonreír desde la esquina en que te hubiesen
arrinconado. Sumarte a la broma aun cuando siempre fuese a tu costa”. Sólo
estas frases pueden hacer entender a cualquiera la presión que ejerce el mundo exterior sobre las
mujeres desde tan tierna edad. Qué triste es esto.
Un
gran comienzo literario para la autora, un libro muy absorbente sobre la
juventud, el deseo, la soledad y la frustración.
Emma Cline (Sonoma, 1989) es licenciada en Bellas Artes, y cursó un máster en escritura creativa en la Universidad de Columbia. Ha trabajado como lectora para The New Yorker y ha publicado textos de ficción en revistas como Tin House o The Paris Review, que en 2014 la consideró merecedora de su Plimpton Prize. Las chicas, su primera novela, llega precedida de un murmullo de expectación internacional: los derechos de traducción se han vendido en treinta y cinco países, y el reputado productor Scott Rudin planea adaptarla a la gran pantalla.
He empezado a leer este libro (llevo muy pocas páginas) con dudas, quizás porque no suelo leer novedades y también porque cuando vienen con tanto ruido mediático siempre me mosquea. Ya veremos. En general parece que es un buen primer libro de una escritora a seguir...
ResponderEliminarUn abrazo
Era una lectura pendiente en su versión original y fue una sorpresa la edición en castellano de Anagrama. Espero que lo disfrutes. ¡Ya nos contarás!
EliminarUn abrazo.