Harry Potter y el niño maldito. Harry Potter and the cursed child, J.K. Rowling, John Tiffany & Jack Thorne.
No
hemos podido evitar hacer un paréntesis en estos días de descanso bloguero para
reseñar a Harry Potter. En esta casa no somos mucho de best sellers, pero sí de
Harry Potter. En los últimos días se ha convertido en el libro más vendido de
los últimos años. Yo lo tenía reservado hacía ya un par de meses y estaba
deseando que llegara a mis manos. Para mí supone un regreso a mi infancia o más
bien a mi primera juventud ya que la mayor parte de los libros ya me pillaron
en la universidad o incluso comenzando mi vida laboral.
Evidentemente
para los lectores españoles está la limitación del idioma pero tranquilidad,
que en Octubre Salamandra lanzará la edición en castellano. De todos modos el
hecho de que sea una obra de teatro y esté escrito por lo tanto como guión
facilita enormemente la lectura. En contra de lo que pueda parecer, resulta
mucho más ameno y ágil de este modo. La obra se acaba de estrenar en Londres y
también ha sido un éxito de público y crítica.
¿Pienso
que se está exagerando y que no es el Harry Potter de los libros? Pues no. Es
totalmente fiel al espíritu de las primeras partes. Quizá algo más oscuro que
los primeros libros. Pero no tan oscuro como los últimos, que te pasabas
aterrado toda la lectura. Logra mantener perfectamente el equilibrio gracias a
los nuevos personajes que nos muestran lo más importante de este universo con
el que algunos hemos crecido. La amistad. Cursi pero cierto. Y funciona a la
perfección en esta obra igual que funcionaba con las novelas.
Seguimos
pudiendo disfrutar de algunos de los protagonistas antiguos, tenemos
referencias continuas al pasado, a lo que ya conocemos del mundo mágico y
personajes ya desaparecidos. Pero también aparece la frescura y la inocencia de
las aventuras de nuevos niños magos que nos hacen soñar de nuevo con estudiar
en la escuela de magia de Hogwarts.
En
cuanto a la atmósfera, los autores (j.K. Rowling junto con los productores y
guionistas de la obra) han conseguido recrearla perfectamente. Ya los primeros
libros me hacían estremecer en los capítulos más tenebrosos. Temblaba cuando
Harry temblaba en Privet Dive mientras yo disfrutaba de su lectura en mi balcón
de mi piso universitario.Y este guión teatral consigue exactamente lo mismo.
Sigue manejando perfectamente la tensión a pesar de no contar con la
descripción detallada de lo que estamos viendo, pero los diálogos de los
personajes y los apuntes sobre sus sentimientos completan perfectamente la
escena.
Una
gran alegría para los fans de Harry Potter como yo. Aunque la autora haya
decidido seguir la senda del teatro para contarnos algo más sobre su mundo,
podemos seguir disfrutando en este formato de esta nueva historia. La nostalgia
es fuerte pero la realidad es que estos personajes nos pueden seguir contando
historias para rato y su encanto no ha perdido con el paso de los años. Ya
sufro el haber leído tan rápido Harry Potter and the curse child. Siempre me
pasa lo mismo con los libros que más disfruto. No aprendo la lección.
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