Aute, siempre Aute. Desde que era un niño y mi madre tarareaba sus canciones, aún lejanas para mí en contenido y en significado. Banda sonora, parte del paisaje. Cuando, más adelante mi amigo Luisfer me grabó ese doble lp de un directo con un tal Silvio Rodríguez. O cuando, rotundo y definitivo, irrumpió en mis años universitarios en toda su inmensidad, con su discografía inabarcable al principio, nunca suficientes al final. Aute es parte de mi vida. O diría mejor, No concibo mi vida sin él.
Nunca me había acercado a sus libros, y no tengo la respuesta a por qué. Quizás porque siempre le he entendido como cantautor, al margen de su condición de artista renacentista (pintor, escultor, pintor, director de cine, escritor). Aute siempre será para mí su música. Aún así, mi visita a la feria del libro de Madrid este año y mi encuentro fortuito con él (y con su libro) acabó con su última obra en mis manos.
El sexTo animal es una colección de poemas (el sexto de la serie, casi todos publicados por Siruela) que representan la forma de ver la vida del autor, su visión de la realidad, sin velos, como sus canciones, donde la verdad se muestra siempre de forma diáfana y arrebatadora.
Sus poemigas, como él los denomina (se trata de sentencias breves y con tendencia a ser retenidas en nuestra memoria) abordan la crisis, el amor, el funcionamiento del mundo. Aute retuerce las palabras, las reinventa, las relaciona entre ellas. De los títulos de los poemas surgen otros poemas, de la palabra inicial sobre la que gira el poema brotan nuevas ideas, nuevas inquietudes. A veces lo escrito por Aute parece un laboratorio de ideas, un cuaderno de notas más que un libro encuadernado. Y la sensación es maravillosa.
No suelo seleccionar fragmentos de los libros que reseño, pero os dejo con uno de esos que, como os decía antes, quedó retenido en mi memoria y hasta puede que acabe ocupando un trozo de la pared de mi despacho de trabajo:
Aprender, aprender, aprender...
no para saber más/que el otro,
sino para saber más/del otro
, u otra, que esa es otra...".
Una joya para los seguidores de Aute. Para los que no le conozcáis – pecado mortal e imperdonable – debéis saber que su música es la música de este país, y que sin él no habría por donde cogerlo.
Siempre nos quedará su música. Queda la música…
No puedo estar más de acuerdo. Me queda aproximarme al Aute escritor, y sin duda esta entrada me anima a ello.
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