El mundo actual se ha convertido en una enorme experiencia multisensorial para los niños de hoy día. Todo lo que aprenden lo aprenden antes y de forma diferente. Las tecnologías tienen mucho que ver con esto pero no sólo. También los juguetes, los entornos educativos, los libros se conciben con la ayuda de métodos lúdicos y docentes mucho mejor orientados que los que nos ayudaron a nosotros a aprender y crecer.
Por eso nos entusiasma que de vez en cuando aparezca un libro que, sin renunciar a la innovación, nos recuerde lo fundamental, aquello que no ha cambiado a lo largo de los años, lo verdaderamente importante: que el juguete más importante que tiene un niño es su imaginación y su risa. Esa es la base de El libro sin dibujos, de B J. Novak.
Se trata de un libro sin dibujos, era obvio, ¿verdad? Pues no os imagináis como una idea tan sencilla puede proporcionaros grandes momentos de diversión.
El narrador (adulto) comienza a leer el libro: Este libro no tiene dibujos. Puede parecer un rollo que alguien te lea un libro sin dibujos. Pero muy pronto comienza el desconcierto. El texto es una trampa para el que lee y pronto los oyentes (los niños) no pueden evitar mirarse entre sí y reír a carcajadas.
Alejado de lo convencional, El libro sin dibujos es una propuesta fascinante que invita al niño a estar atento en cada página porque, donde parecía que no había una historia, se encierra un cúmulo de situaciones absurdas que, a diferencia de un cuento convencional, son protagonizadas por su narrador (su padre, su madre o cualquier otro lector adulto).
En casa nos ha costado un poco que funcione, ya que quizás es aún pronto para ellos (1 y 3 años) pero estoy seguro que en pocos meses mi hijo mayor se pirrará por él. Es buen oyente y su capacidad de sorpresa ante las historias es elevada. El grande, como en casi todo, será inspirador para la pequeña y seguro que también lo disfruta.
Eso sí, una advertencia importante para los lectores adultos: haced mucho el payaso cuando leáis el libro a los pequeños. Las situaciones divertidas funcionan si el adulto se entrega y se desinhibe. Cuando tengáis el libro en vuestras manos entendereis lo que os digo.
Se trata de un libro muy recomendable por diferente, original y con un mensaje muy potente para los niños: la diversión y el entretenimiento no necesita de grandes artificios, puede valer un lápiz y un papel, un trozo de cuerda, una caja de cartón o, como en este caso, un libro sin dibujos, ¿quién lo diría, verdad?
Pero qué intriga!!
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