Este año queremos dedicar una atención especial a la editorial Anagrama, una de las referencias literarias más importantes en lengua castellana.
Elegida desde este blog mejor editorial en 2015, el año que hemos dejado ha supuesto todo un éxito tanto de crítica como de ventas para ellos. No es fácil encontrar en un mismo año -y bajo el mismo sello- publicaciones de autores consagrados (Ricardo Piglia, Michel Houllebeq, Ian McEwan), referencias nacionales (David Trueba, Marta Sanz), o grandes revelaciones (Sara Mesa, Milena Busquets). Además, la (triste) muerte de Rafael Chirbes ha traído a la más merecida actualidad el catálogo del autor, publicado íntegramente en Anagrama.
Por este motivo queríamos dedicar una atención especial a sus publicaciones en 2016. En un ejercicio inédito para nosotros, seguiremos casi a tiempo real las novedades mensuales de la editorial, y reseñaremos los libros que más nos llamen la atención. Agradezco desde aquí la generosidad que la editorial ha tenido con nosotros, colaborando para que esto sea posible.
En Enero hemos seleccionado dos títulos: París-Austerlitz, obra póstuma (¿o no?) de Rafael Chirbes (que no tardaremos en reseñar) y el título que traemos hoy al blog, Érase una vez el fin, del escritor Pablo Rivero.
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Portada de Érase una vez el fin, de Pablo Rivero |
En el libro seguimos los pasos del protagonista de la historia, un pianista que malvive en Gijón trabajando en un sórdido hotel, cobrando a duras penas mientras ameniza las noches de los infelices que van a parar allí. Sin grandes esperanzas por el futuro ni grandes satisfacciones sobre lo vivido, su azarosa vida y una ruinosa partida de poker -deuda adquirida incluida- se convierten en catalizador de un cúmulo de causas y desenlaces que sólo necesitaban encontrar un momento adecuado para aparecer.
Érase una vez el fin atrapa desde el principio en lo que pareciendo al comienzo un viaje al infierno de su protagonista, enseguida deja de serlo porque a medida que avanza la historia descubrimos que no es posible una caída a un lugar en el que ya te encuentras.
Dentro de la abundante bibliografía escrita sobre la crisis en sus diferentes manifestaciones, nos encontramos con una variante poco explorada. Se trata de una crisis sociopática que es consecuencia de haber sufrido previamente algunas de las otras crisis narrativamente más populares (la económica, la afectiva, la generacional).
Nos encontramos con un personaje fuera de sitio, que no se reconoce como miembro de la tribu, que, como pieza defectuosa que no encaja en el puzle, sólo encuentra soluciones que le alejan aún más del entorno que le rechaza. Como lector es fácil sentirse angustiado pensando en cómo se debe sentir alguien así frente a la sociedad. El libro, probablemente sin pretenderlo, da algunas respuestas.
La lectura de Érase una vez el fin es adictiva y absorbente. Narrativamente áspero y sin espacio para el aliento, tratar de buscar un halo de esperanza en la historia se convierte en una obsesión. Cuando uno cree encontrarla parece demasiado tarde.. ¿o no? Porque, a pesar de lo que puede parecer tras una primera reflexión post-lectura, no creo que sea un libro pesimista. A veces las historias rebrotan tras el final de otras, aunque los protagonistas cambien, aunque haya cambios de piel. Pocas veces he encontrado un sentido tan claro al título de un libro una vez que lo he terminado: Érase una vez el fin.
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Pablo Rivero |
Últimamente estoy poniendo en especial valor a los autores que no necesitan seiscientas páginas para dejarnos tambaleando. Pablo Rivero es uno de ellos. Ciento treinta y cuatro páginas que nos remueven por dentro y nos ayudan a entender que nuestro afán para entender todo es completamente vano. Todo un hallazgo.
La verdad es que antes de comprar un libro siempre busco vuestras recomendaciones, aunque gracias a vosotros anagrama está entre mis editoriales favoritas siempre espero confirmación en forma de reseña vuestra. Por eso es una magnífica noticia que la editorial pueda enviaros las novedades y conocer vuestra opinión antes de decidir; es tan extenso el catálogo de libros nuevos (¿afortunadamente?) que una guía como vuestro blog resulta imprescindible. Después de un año siguiéndoos, ya no compro nada que no hayáis recomendado.
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