Hoy toca un libro en el que las palabras y los dibujos van
de la mano, y que si los separamos no transmiten de la misma manera, estarían
incompletos. Cuando abrimos por primera vez “Que hacer cuando en la pantalla
aparece THE END” nos damos cuenta que estamos ante una maravilla visual, y al
empezar a leer es cuando te das cuenta porque se habla tan bien de este libro.
Paula Bonet nos invita a disfrutar de una serie de historias
donde afloran sentimientos cercanos a nuestra vida y que todos los lectores han
experimentado alguna vez amor, soledad, resentimiento entre otros. Acompañadas
de dibujos que rozan la realidad y la fantasía por igual.
Qué hacer cuando en la pantalla aparece The
End es un libro sobre finales que
llegan repentinamente, sin avisar, que nos parten en dos mitades. También es un
libro que habla de finales que se arrastran durante años y que nunca se acaban
porque confunden orgullo con recuerdo.

Y entonces
cogemos trenes, reservamos habitaciones de hotel en pueblos olvidados, vivimos
enganchados a pantallas esperando que alguien decida hablarnos para informarnos
del siguiente movimiento, el que nos acercará conscientemente a un final que
hace años que buscamos. Pero ese final no llega.
Y de
repente un día nos despertamos y sentimos el vacío: en la pantalla aparece THE
END y decidimos empezar otra historia. Una en la que nunca tengamos que fingir
que no nos conocemos.
Pasado páginas te das cuenta que puedes seguir el orden
establecido o leer las historias de forma aleatoria ya que no tienen un orden
establecido cada una es un sentimiento que vas a disfrutar o sufrir de forma
aislada, en la misma dedicatoria “Para D.
que sabe cómo cruzar un río”.
La única cosa en común de todas las historias es su final
abierto que hace pensar en como terminará o si alguna vez en tu vida te ha
pasado algo parecido, cambiando los nombres de los personajes “L.” o “G.” por
otros más familiares y conocidos.

Tengo que decir que había oído hablar mucho de este libro y
casi todo para bien y una vez terminado soy uno de los que se ha enganchado a las
citas que nombra en cada historia, al predominante color azul, a los trazos de
los personajes y a como cobran vida acompañados de las historias planteadas. Una lectura que yo recomendaría a todo el
mundo y que creo que ha de hacerse de forma tranquila disfrutando de cada
detalle porque entre lo que dice y no dice la autora, lo que se ve o nos
ocultan las ilustraciones está lo que realmente nos quiere decir con cada
historia.

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