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Un grupo de personas encaramadas en la valla de Melilla,
junto a un campo de golf al otro lado de la valla
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Vivimos tiempos difíciles. Más allá de la crisis económica y social que impregna nuestra realidad desde hace años y a la que parece que nos hemos acostumbrado, vivimos una crisis mucho peor, una crisis de identidad colectiva (e individual) cuya principal consecuencia es que hayamos asumido lo inadmisible como normal, lo extraordinario como cotidiano, lo mediocre como inevitable.
Supongo que algún día afrontaremos esta realidad vivida y nos tendremos que reencontrar a nosotros mismos - sigo hablando de identidad - y evitaremos que nuestros nietos miren hacia nuestra generación sin pensar lo que se ve ahora mismo, que no es otra cosa que una generación perdida que perdió en pocos años lo que había logrado cosechar a lo largo de décadas.
La literatura no es ajena a este siniestro panorama, y es difícil encontrarse con autores comprometidos que miren de frente a los problemas actuales, asumiendo que la ficción es otra forma de hacernos preguntas, o dicho de otro modo, de encontrar respuestas que nos permitan explorar posibles soluciones. A veces es precisamente la ficción la que nos permite tomar la distancia necesaria para entender la no ficción, es decir, la realidad.
Es en este contexto en el que aparecen los escritores que entienden y asumen su papel de cronistas de la realidad, tema que ya abordé en la reseña de El Comité de la Noche, de Belén Gopegui. Escritores necesarios, imprescindibles, sin los que dentro de unos años será difícil entender las transformaciones que está experimentando el mundo tal y como lo entendíamos hasta ahora. Uno de estos escritores es, sin duda, Isaac Rosa.
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Isaac Rosa |
Lo fascinante de es que todo esto lo consigue a través de la ficción, lo que demuestra una vez más que hay ficciones que nos cuentan lo que ocurre de forma mucho más precisa que lo que podemos leer cada día en los periódicos, en la televisión. De esta forma, en El país del miedo, explora los miedos a los que nos enfrentamos cada día en un mundo donde cada vez están más presentes elementos que no podemos controlar, a través de cómo un padre se enfrenta al acoso escolar sufrido por su hijo, en El Vano Ayer afronta sin red y sin ningún pudor el franquismo y el controvertido periodo predemocrático en España, en Otra maldita novela sobre la guerra civil se atreve con el gran conflicto nacional, a través del brillante planteamiento de revisar su novela de juventud La Malamemoria, intercalando la novela original con comentarios críticos a la misma (por el propio autor fingiendo ser otro), en La Mano Invisible recrea una especie de Gran Hermano donde los participantes son observados mientras trabajan, y en su última novela, La Habitación Oscura, reflexiona sobre las relaciones interpersonales y la relación de estos con los conflictos sociales actuales a través de un cuarto oscuro donde nadie conoce a nadie y donde cada integrante del grupo busca cosas diferentes. Todas sus novelas son totalmente recomendables.
He de reconocer que esta recopilación de relatos, fruto de la colaboración mensual del escritor con la revista mensual La Marea, me pareció en principio una curiosidad, una suerte de librito con el que pasar el rato, y que sería una publicación secundaria en su brillante bibliografía. Bueno, pues no podía estar más equivocado.
Cada uno de sus doce relatos representa perfectamente el universo de Isaac Rosa. Es, como he dicho antes, su forma de contarnos sus inquietudes sobre la situación actual. No podría calificarse exactamente de ficción, es más bien una no ficción hiperbólica, ya que utilizando elementos reales, historias que todos conocemos, que en algunas ocasiones hemos vivido, las manipula, las moldea, las exagera, hasta convertirlas en algo tan grotesco que nos parece irreal... pero se parece tanto a la realidad que asusta. No quiero desvelar nada más porque parte de la magia consiste en introducirte en cada relato con absoluto desconocimiento de lo que te vas a encontrar.
Si tengo que escoger algo ya hecho y conocido que pueda orientar a un futuro lector de estos
episodios independientes entre sí que planteaba realidades y futuros distópicos con inquietantes
parecidos con la realidad.
Así que, no lo penséis más, y si no habéis leído nada de Isaac Rosa es la forma ideal de conocerle. Os aseguro que será el primero de muchos más libros suyos en vuestra biblioteca.
P.D. Por cierto, Isaac Rosa sigue publicando cada mes un nuevo relato en La Marea, por lo que si os quedáis con ganas de más, haceos con ella. Además de disfrutar de la brillante pluma del escritor, descubriréis una magnífica revista.
P.D. Por cierto, Isaac Rosa sigue publicando cada mes un nuevo relato en La Marea, por lo que si os quedáis con ganas de más, haceos con ella. Además de disfrutar de la brillante pluma del escritor, descubriréis una magnífica revista.
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