Un baño
Hace muy poquito descubrí el placer del baño.
Por mis raíces Andaluzas y los años de sequía que viví de pequeña no he
conseguido llenar la bañera sin que me dieran remordimientos hasta hace unas
semanas. Como dicen por ahí.. Una vez al
año, no hace daño.
Os pongo en situación: Había tenido una
semana muy dura de estrés, era viernes por la tarde y no lograba despejar la
cabeza. Decidí probar con un baño relajante.
Como os he comentado carecía de experiencia
en preparar baños, así que pensé en combinar todo lo que asociara con el
concepto de relax:
Para el
agua: El agua caliente favorece
el flujo sanguíneo mejorando el aporte de oxígeno a los músculos. Añade sales,
aceites aromáticos o infusiones al agua con objeto de reducir la tensión
muscular.
Luz
cálida: fundamental para crear
un climax con la luz, en mi caso coloqué 4 velas como luz ambiente.
Algo
para beber: una copa de vino,
vermut, zumo de frutas, infusiones… lo que más os apetezca.
Para
escuchar: en mi tarde de viernes
llovía y no quise perderme el sonido de la lluvia. La música es muy personal,
pero elige una lista que no tararees, ni te de el subidón, recuerda que
intentamos relajarnos!!!
Algo que
leer: Una buena lectura que nos
evada del mundo y nos transporte a la realidad del protagonista. Un libro que
nos encante y que nos suponga un placer leer y releer. Un relato corto que no
pase desapercibido. Un pasaje cómico que nos arranque una carcajada….
Como diría mi madre “Mano de santo”, tras una hora de reloj estaba como nueva para empezar
el fin de semana con energía renovada.
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